Al día de hoy nos encontramos ante una crisis o contingencia sanitaria. Son momentos en donde llega el pánico a muchas personas. ¿Las razones?, diversas, sobreinformación, fake news, falta de un protocolo claro. En fin, diversas son las circunstancias que llevan a generar pánico.
¿Pero cómo debemos actuar?
Primeramente y lo más importante (sé que es más fácil decirlo que hacerlo), es tratar de guardar la calma. Sí, nos llueve información de todos lados; y lo mismo, causa desinformación. Pero es necesario voltear a fuentes fidedignas de información. Para el presente caso de COVID-19, recomiendo ampliamente el portal de la OMS.
Ahora muchos nos encontramos haciendo home office; sé que es complicado, no estamos acostumbrados. Ante esta situación, es necesario diseñar rutinas. Sí, tal y como si fueras a la oficina. Un lugar y un horario para trabajar. Esto ayudará a mantener la mente ocupada.
Ahora bien, las empresas, ¿cómo actuar?
Las empresas deben de ser un vehículo de información fehaciente para sus colaboradores. Es necesario tener un esquema de comunicación en crisis para estos casos.
Ahora estamos viendo que la comunicación en crisis, no siempre es una crisis sobre la empresa. También es sobre alguna contingencia fuera de sus manos.
Es por ello que las empresas deberán de estar preparadas para atender las indicaciones oficiales y hacerlas llegar a todo su personal, proveedores, compradores, etc.
Una empresa que tiene un plan de contingencia, siempre debe de considerar la comunicación. Te comparto algunos tips para empresas (de cualquier tamaño).
Siempre mantener al personal informado (con información real y no alarmista).
Dar a conocer el plan de contingencia que llevará la empresa, incluidos los horarios, medidas extraordinarias y cualquier tema de interés para todos los que tengan relación.
Informar a los proveedores y clientes sobre la manera de actuar de la empresa.
Dirigir sus mensajes de manera clara y precisa.
Desarrollar acciones que permitan llevar con cierta normalidad las operaciones.
Innovar de ser necesario.
Establecer pautas para nuevas formas de trabajo. Después de una crisis nada debe de volver a la normalidad. Debe ser un impulso para evolucionar.